dimecres, 14 d’abril del 2010

Ganar ¿a cualquier precio?

Hace pocos días estuve viendo la película "Ganar de cualquier manera" dirigida por William Friedkin y protagonizada por Nick Nolte, película baloncestística mítica, ubicada en el baloncesto universitario de los Estados Unidos. De igual manera, éstos días he podido visualizar varios videos de entrenadores superiores de baloncesto hablando sobre las enseñanzas en equipos base, y como creen ellos que se debe tratar el tema de ganar y buscar un resultado.

Actualmente con el equipo que entreno, un pre-infantil, nos encontramos ya en la segunda fase de nuestra competición. En tanto a resultados las cosas han ido bien y nos hemos clasificado para ir con el grupo de los primeros y así poder disputar "el título" de la categoría. Ante éste panorama me surge una pregunta: ¿Cual ha de ser la importancia de ganar en categorías base? ¿vale todo para ganar?

En mi opinión es bueno inculcar a los jugadores las ganas por ganar, las ganas de buscar un buen resultado, se crece des de la competitividad en entrenamientos y también en los partidos. A nadie le gusta perder de 30 en un partido, o pasar una temporada sin prácticamente ganar algún partido. La búsqueda de un buen resultado ha de servir para poder encontrar la motivación y el esfuerzo para seguir creciendo como jugadores y entrenadores. Así entonces, respondiendo a la primera pregunta, ganar ha de ser importante en tanto que ha de servir a los jugadores de inspiración y motivación para poder crecer baloncestísticamente, tanto de manera individual como de manera conjunta con todo el equipo.

A la segunda pregunta, ¿vale todo por ganar? mi respuesta es tajante, NO. He visto muchos equipos hacer zonas con el fin de ganar, a pesar de no tener la más mínima idea de saber defender en individual. Equipos pre-minis, minis, pre-infantiles, en los que muchos jugadores son marginados con el fin de que los que más saben en ése momento tengan más minutos. Utilizar sistemas ofensivos, bloqueos cuando los jugadores aún no saben ni situarse libremente y adecuadamente en el campo. Atemorizar a chavales, jugar con sus ilusiones con el fin de poder sacar pecho ante propios y extraños. Y así muchos otros ejemplos.

Veremos como nos va con mis jugadores, buscaremos e intentaremos quedar primeros, es de las cosas más bonitas del deporte, queremos ser competitivos. Todo ello pero sin perder el norte, teniendo siempre muy en cuenta la formación de mis jugadores.

Ganar sí, pero no a cualquier precio.